CésarAlemán

Todos somos Caín

Todos Somos Caín ¿Por qué mató Caín a Abel? Ira, envidia. . . que tal por “Codicia” “El mundo es un caos, cuanto más se tiene más se quiere” ¿Tal vez haya miedo y sea este el que nos empuje a querer perpetuarnos? el cambio climático ya es grave, hay guerras donde sea, el armamento nuclear está a niveles de destrucción mundial y ¿cómo hacemos para no mirar eso? Consumismo, mientras no aceptemos que hay una codicia gigantesca y una ideología del individualismo por encima del bien común, estamos matando a nuestro hermano y nos estamos condenando nosotros mismos, pero no al infierno o el destierro como Abel, sino a una muerte lenta, espiritual y heredando a nuestros hijos lo peor del mundo. ¿Qué tenía Darwin, los estoicos y los taoístas? La no intervención, mientras menos intervengamos, el cauce natural de las cosas nos guiará a un mejor estado de bienestar. ¿Por qué el ser humano necesita rodearse de muchas cosas? Necesita sentirse seguro porque estamos llenos de miedo sabiendo que algún día moriremos.

Para los budistas hay 3 grandes verdades 1.- Todo es transitorio. 2.- El vacío, la vacuidad (la ausencia de apegos). 3.- El sufrimiento (intentamos hacer las cosas permanentes) buscamos la inmortalidad, esta última nos lleva a la codicia. El animal solo toma lo que necesita, pero el homo sapiens NO, el mundo alberga más de 7 mil millones de personas, pero todas quieren algo . . . “MÁS”

Narciso, llegó un día a un manantial tan cristalino que podía ver su imagen como en un espejo y con solo ver su imagen se enamoró de sí mismo. ¿será que nosotros somos como Narciso?

¿O qué explica que pensemos que somos el ombligo del mundo? El individuo es cada vez más importante, por eso codiciamos reconocimiento, récords, likes, dinero, fama, acaparamos relaciones, fotos, etc. ¿Estamos enamorados de nosotros mismos como Narciso? Es interesante ver como el ego nos lleva a querer destacar, sobresalir, necesitar sabernos separados de la masa, ser visto o considerados como: el más inteligente, el más rico, el más guapo, el que es lejos en un estatus social “exclusivo” por algo la palabra VIP nos seduce con facilidad, nos promete ser GENTE MUY IMPORTANTE (sea lo que fuere que quiere decir importante) Ser Caín es reclamar mi YO, yo valgo, yo hago, yo soy, yo merezco y cuando no es así oooooooo pobre de mi hermano “Abel” (que tal vez se llame diferente, pero para mí es Abel), lo apaleo con críticas “algunas bajo la bandera de constructivas” o si de plano estoy hablando con un círculo de amigos de confianza; le cuelgo uno que otro chisme que demerite que su éxito o su logro no lo es tanto. La codicia de tener y ser más, corrompe al ser humano y lo lleva a la insatisfacción permanente, por eso no es de extrañarse que aquel proverbio esté lleno de verdad

“No es rico el que más tiene, sino el que menos necesita”

Que nos lleve a la segunda verdad budista. Qué pasa con mirar solo para mí y qué pasa con mi hermano (el otro), no se trata de hacer actos de caridad, es en cada acto que hago, que debería estar presente conscientemente, si esas acciones y decisiones van a aportar al bien común o si, por el contrario, están restándole.

¿Es posible que cada uno pueda poseer cada vez más, sin quitarle a los otros?

Para que algunos vivamos cómodamente, muchos viven al día y muriéndose de hambre, pero como eso sentimos que está lejos de nosotros y que nosotros no somos responsables, pues miramos a otro lado y seguimos con nuestra vida.

Nos estamos ahogando dentro de una jaula que compartimos todos.

El ejemplo es el de un grupo de jóvenes que naufraga, entienden que es importante que nadie muera para que cada uno tenga una oportunidad de salir vivo, así deberíamos darnos cuenta que básicamente estamos arriba de una balsa que está a punto de hundirse y que, si no hacemos algo todos al respecto por el bien común, terminaremos hundiendo la balsa. ¿No será que seguimos empeñados en construir la torre de babel? ¡Una torre tan alta que llegue hasta el cielo y en esa torre están reflejados los delirios de grandeza y demuestra como raza lo que hemos proyectado…! somos simples humanos jugando a ser dioses. Nos creemos aquel dicho de la biblia de ser Co-creadores.

En el capitalismo crecieron las economías más grandes a costa del tercer mundo, literalmente explotaron en todos los sentidos los recursos de estos países. Será que el dinero y lo que ello representa se ha convertido en el DIOS de este universo secular que incluso ya podemos considerarlo toda una religión, pensemos un poco… “El dinero según Fromm es un medio y se convirtió en un fin” revisemos un poco como funciona nuestro mundo cercano es decir tú mismo. ¿Qué daríamos por nuestros hijos? Solemos decir la vida y vemos a niños sin papás, porque los papás están trabajando largas horas para darles “lo mejor” pero no les dan tiempo, ni cariño, ni educación. Estamos cruzando por los momentos con más suicidios y tasas de depresión en el mundo.

Jóvenes que no tienen propósito de vida

¿por qué?, perdón, el dinero no lo da, es solo una ilusión. Tenemos a una sociedad jugando el juego de la rata, dando vueltas sin llegar a ningún lado. La codicia está matando a todos, lenta y cruelmente; hambruna, homeless, gente muriendo por falta de agua y medicinas. La sociedad ha construido un modelo, donde nosotros pretendemos encajar y replicarlo, esos son los valores que nos han dicho que deberían ser, pero… “tu amigo que lees esto” ¿Te has detenido a pensar cuáles son tus propios valores, y por qué haces lo que haces, son tus ideas, las has confrontado con este modelo de vida desigual y lleno de codicia? No es un llamado a la mediocridad, es un llamado a una revisión profunda de nuestros valores, que puede ser tan importante como para invertir en ello lo siguiente: Tiempo con la familia. Vivir experiencias. Dar lo que sabemos a la humanidad. Espiritualidad. Armonía personal y con las relaciones. Ser útil a la humanidad. Como dice Mary Poppins “tener lo suficiente es una fiesta”. Para despertar debemos pasar por la escuela de la verdad y el miedo muchas veces. La verdad es que somos finitos, nos vamos a morir y eso es inevitable, esto a la vez nos genera miedo, miedo a la incertidumbre de la muerte. Sin embargo, el sabernos finitos nos debería poner en perspectiva que nos concentremos en lo que realmente vale, cuántas veces hemos escuchado. . . “cuando te mueras no te vas a llevar nada” al menos yo, muchísimas veces, pero eso no fue suficiente para generar cambios profundos en mí. La mayoría de las personas tenemos que pasar momentos profundos de dolor y desesperanza, para encontrar un sentido más profundo para vivir. ¿Cómo celebrar entonces la vida?, pero no solo nuestra vida, sino la vida de Abel, ¿cómo hacer que todos seamos Abel y no Caín? El gran reto, todos tenemos principios morales, pero no los respetamos, no estamos ejerciendo una vida ética, si tú lo haces perdón por meterte en la bolsa, pero le hablo a todos aquellos que, como yo hemos vivido para nosotros mismos y no para la humanidad. Debemos ser conscientes que todo lo que pensamos, decimos y hacemos está Inter relacionado con la vida de los demás, irremediablemente terminará por afectarles de alguna manera. Si conseguimos desarrollar ese estado de conciencia, podríamos vivir una vida llena de paz y sería el mejor regalo que nos podemos hacer a nosotros mismos.

Albert Camus escribió: si haces las paces con la muerte todo es posible