Hoy tuve la oportunidad de ver un video de un líder de opinión en negocios y emprendimiento Carlos Muñoz (@carlosmunnoz), una persona que desde mi punto de vista sabe lo que dice, sobre el tema de negocios, emprendimiento. En este video Carlos titula y habla sobre lo único que se puede o se debe comprar en esta vida, desde su punto de vista era “La libertad”, esta libertad considerada en la posibilidad de disponer de tu tiempo y voluntad de hacer (por medio del dinero) lo que uno quiere o desea, no solo de uno mismo, sino hacia 3 generaciones abajo. Como dije y reitero no solo respeto a Carlos Muñoz, también comparto y he aprendido muchas cosas sobre las que él habla y busca permear a los empresarios y emprendedores, dicho de paso es una personalidad que puede aportar mucho en el área de negocios, “Mind set” comercial o en perspectivas de negocios. Ahora bien, escuchando el video con plena consciencia despierta en mí una contradicción de ideología personal, sobre este punto, más allá de la retórica filosófica sobre la libertad personal, el bienestar, y la felicidad. Hay una corriente de pensamiento con la cual comulgo ampliamente y donde honestamente me he ido perfilando como creencia personal y es la de el desapego, la de necesitar menos, dicho de una manera más precisa y conocida, “no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”, creo firmemente en esto, y es aquí lo que realmente quiero compartir contigo.
Víctor Frankl, expresa en su libro, “El hombre en busca del sentido” lo último que se le puede arrancar al hombre, es la voluntad, la libertad interna, nos pueden apresar, pero solo a nuestro cuerpo, pero no a mí, que soy quien habita en ese cuerpo. ¿Levitar entre ambas posturas sería posible? Por un lado, soy empresario y de verdad me gusta mucho el emprendimiento, soy fiel creyente que la riqueza se genera creando y pagando el precio, por otro lado, está la parte personal / Espiritual, de qué sirve el dinero e incluso el tiempo si NO estás en paz contigo mismo. Caminar buscando la mejora personal, económica y por otro lado seguir y perseguir esa necesidad y convicción de ir encontrando mi verdadero yo, mi esencia, mi espíritu, creo que son dos caminos que van en sentidos opuestos en muchos aspectos, y a la vez son caminos que se encuentran y se necesitan hasta cierto punto en otros tantos aspectos más. La verdad es, que no tengo respuesta por el momento, y eso me da ánimos de seguir porque mientras haya preguntas por responder, habrá aun caminos por transitar, por seguir expandiendo en consciencia, en la única búsqueda que tiene un verdadero sentido…. Ser Yo y habitar en mí, con profunda y verdadera libertad.