CésarAlemán

Fondo -Forma – Tono – Timing

Fondo

Hace unos días, mientras caminaba con mi esposa por el supermercado, pasamos por la sección de frutas y algo llamó su atención: en una vitrina frigorífica, había fresas exhibidas en tres presentaciones diferentes, cada una con un precio distinto.

El primer empaque era el más común, una charola transparente con fresas regulares, como las que se encuentran siempre en el supermercado, luego, había un segundo empaque con menos fresas, pero de mayor tamaño y apariencia más cuidada, con un precio más alto que el primero, finalmente, el tercer empaque tenía aún menos fresas, pero estas eran grandes, brillantes y venían acomodadas en una charola con forma de corazón, con un costo todavía mayor.

En ese momento, me di cuenta de que esa simple exhibición era una representación perfecta de lo que yo intento transmitir sobre las dimensiones de la comunicación: Fondo, Forma, Tono y Timing.

El Fondo: Lo que realmente importa

El fondo es el mensaje en su esencia, lo que realmente se quiere comunicar, en este caso, el fondo eran las fresas. Independientemente del empaque, lo que estaba a la venta era la misma fruta.

En la comunicación ocurre lo mismo: detrás de cualquier conversación, anuncio o discurso, hay una idea central que se quiere transmitir. Sin un fondo claro y sólido, cualquier mensaje pierde sentido.

La Forma: Cómo se transmite el mensaje

La forma es el medio o la estructura en la que se presenta el mensaje; en el supermercado, las fresas se mostraban en empaques distintos para darles un valor percibido diferente, aunque el contenido era similar, la forma en la que se presentaba hacía que el consumidor viera cada opción de manera distinta.

En la comunicación diaria, la forma puede ser verbal, escrita, visual o incluso simbólica, un mismo mensaje expresado en persona, por correo electrónico o a través de una imagen puede tener un impacto completamente diferente.

El Tono: La carga emocional del mensaje

El tono es lo que le da carácter al mensaje, en el caso de las fresas, el tono lo marcaba la selección de los frutos: los empaques más costosos tenían fresas más grandes, mejor acomodadas y con una apariencia más cuidada, ese preciso detalle sugería calidad, exclusividad e incluso romanticismo.

En la comunicación, el tono puede hacer que un mensaje se perciba como cálido, frío, agresivo o entusiasta, por lo que, saber elegir el tono adecuado es esencial para que el mensaje sea recibido de la manera correcta.

El Timing: El momento adecuado para decirlo

El timing es clave en la comunicación, en este caso, las fresas en forma de corazón estaban estratégicamente colocadas justo antes del 14 de febrero, si ese mismo producto se hubiera ofrecido en otra fecha del año, probablemente no habría tenido el mismo impacto ni habría justificado su precio más alto.

Lo mismo sucede en la comunicación: decir algo en el momento correcto puede hacer toda la diferencia. Un consejo dado demasiado tarde, un elogio que llega en el instante justo o una noticia compartida en el contexto adecuado pueden cambiar la forma en que un mensaje es recibido y entendido.

Podemos hacer entonces una reflexión con relación a las fresas y el supermercado, pues me confirmó que la comunicación no es solo cuestión de qué se dice, sino de cómo, cuándo y con qué intención se dice. Fondo, Forma, Tono y Timing trabajan juntos para que un mensaje sea claro, impactante y efectivo. Ya sea en el marketing, en una conversación personal o en la gestión de un equipo, entender y aplicar estos principios puede hacer la diferencia entre un mensaje que se ignora y uno que realmente deja huella.